Los frenos hidráulicos son comunes en las motos de trial, ya que brindan un mayor control y precisión en la frenada, lo que es fundamental en esta disciplina. En la mayoría de los casos, las motos de trial tienen frenos de disco hidráulicos en ambas ruedas. El sistema de frenos hidráulicos funciona mediante la acción de un fluido de frenos que se encuentra en un circuito cerrado que conecta la palanca de freno con el pistón del freno. Cuando se presiona la palanca de freno, se ejerce una fuerza que comprime el fluido de frenos, lo que hace que el pistón se mueva y aplique la frenada en el disco de freno. Los frenos hidráulicos ofrecen una mayor potencia de frenado y una mayor sensibilidad al tacto, lo que permite al piloto de trial ajustar la fuerza de frenado de manera más precisa.
Además, los frenos hidráulicos suelen requerir menos mantenimiento que los frenos convencionales, ya que no dependen de cables que puedan desgastarse o estirarse con el tiempo. Sin embargo, es importante asegurarse de que el sistema de frenos esté en buenas condiciones y que el fluido de frenos se cambie regularmente para garantizar un rendimiento óptimo.
Freno delantero: El freno delantero es el freno principal en una moto de trial. Generalmente, las motos de trial están equipadas con frenos de disco en la rueda delantera. Los frenos de disco ofrecen un mayor rendimiento de frenado y son más eficientes en condiciones de humedad o barro.
Freno trasero: El freno trasero también es esencial en una moto de trial. La mayoría de las motos de trial tienen un freno de tambor o un freno de disco en la rueda trasera. El freno trasero ayuda a controlar la velocidad y proporciona estabilidad al descender pendientes pronunciadas.
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